Suno ¿Quién es el Compositor?

SUNO, IS THIS YOUR MUSIC 1

Cuando una persona genera una canción utilizando una IA como Suno, comprender sus derechos implica distinguir entre la «propiedad» otorgada por la plataforma de IA y la protección real del copyright legal.

A continuación se detalla la distinción de los derechos que una persona tiene sobre una canción generada con una IA como Suno:

Propiedad de la Plataforma vs. Copyright Legal

Propiedad según Suno: Los términos de servicio de Suno generalmente establecen que los usuarios «poseen» la música que crean en la plataforma. Esto significa que Suno AI no reclamará la música ni restringirá su uso, permitiendo al usuario usar, distribuir y monetizar la música. Si te suscribes a un servicio pago de Suno AI, los términos normalmente te otorgan derechos de uso comercial para las canciones que generes, incluso si cancelas tu suscripción más tarde. Los usuarios han reportado haber subido con éxito más de 50 videos generados por IA a YouTube sin problemas de derechos de autor.

Copyright Legal: Sin embargo, la protección de derechos de autor es un marco legal separado que otorga derechos exclusivos a los creadores sobre sus obras originales. Para que una obra sea elegible para derechos de autor, generalmente debe demostrar originalidad y ser creada por un autor humano. Si la música o letras son generadas completamente por IA sin intervención o modificación humana significativa, se vuelve difícil reclamar la creatividad y originalidad humana necesaria para el copyright. Sin derechos de autor, el creador carecería de los derechos legales exclusivos para reproducir, distribuir o interpretar la obra, lo que dificultaría emprender acciones legales contra usos no autorizados por otros. El panorama legal en esta área sigue siendo muy reciente y tiene pocos precedentes claros.

El Papel de la Contribución Humana en el Copyright

Para fortalecer un reclamo de derechos de autor, un usuario debe realizar modificaciones sustanciales en el contenido generado por IA. Esto incluye:

  • Personalización de Letras: Aunque la IA genere letras iniciales, modificarlas para reflejar una identidad única y una marca personal es crucial para la originalidad.
  • Mezcla y Masterización: Mejorar la calidad del audio ajustando volúmenes, mejorando bajos y eliminando distorsiones demuestra la entrada creativa humana y un acabado profesional. Un usuario notó la edición en un programa de edición de video como DaVinci Resolve y combinó casi 100 segmentos de canciones generadas por IA para lograr un resultado deseado.
  • Agregar Elementos Humanos: Incorporar instrumentos tocados por humanos, voces o efectos (por ejemplo, usar IA para pistas de fondo y añadir partes personales de guitarra, bajo o teclado) puede contribuir significativamente a la originalidad.
  • Documentar Contribuciones: Mantener un registro detallado del proceso creativo, incluyendo borradores, notas sobre cambios y control de versiones, es vital para demostrar la originalidad humana. Una hoja de seguimiento puede ayudar a documentar los elementos generados por IA frente a las contribuciones humanas, el software utilizado y las decisiones creativas.

Si la música es principalmente generada por IA con mínima participación humana, obtener derechos de autor completo podría ser legalmente arriesgado. En tales casos, un usuario podría considerar licencias Creative Commons (por ejemplo, solo atribución) que permiten a otros usar la obra bajo condiciones específicas mientras aún se acredita al usuario original.

Desafíos Legales y Debate en la Industria

Las discográficas han presentado demandas contra generadores de música de IA como Suno y Udio, alegando uso no autorizado de material con derechos de autor para entrenar sus modelos de IA. Argumentan que las canciones generadas por IA pueden tener un parecido sorprendente con obras existentes con derechos de autor, con algunos informes que indican que algunas suenan «increíblemente como Eminem».

El núcleo del problema es si el proceso de aprendizaje de la IA constituye «robar» datos con derechos de autor o si es similar a un músico humano que «se entrena» escuchando música durante toda su vida. Algunos argumentan que la IA solo reconoce patrones y los reproduce, y que si la salida no es una copia directa 1:1, no debería haber ningún problema.

La industria se está adaptando al auge de la música generada por IA discutiendo la necesidad de estándares éticos, consideraciones sobre el uso justo y compensar a los artistas originales cuyo trabajo se utiliza para el entrenamiento. La transparencia sobre los datos de entrenamiento y las licencias adecuadas se consideran pasos cruciales para las empresas de IA.

En conclusión, aunque plataformas como Suno AI capacitan a las personas para producir música rápidamente y otorgan «propiedad» interna, obtener protección completa de derechos de autor para música generada por IA depende en gran medida del grado de entrada creativa humana significativa y original. Al modificar, perfeccionar y documentar activamente sus contribuciones, los usuarios pueden fortalecer su reclamo de derechos de autor sobre estas creaciones híbridas.

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